Diego Sánchez Hernández

Ya he visto que no lo cuenta, pero aquí estoy yo para decirte que Diego empezó con muy mal pie al percatarse, montando en el tren, que había olvidado lo único indispensable:  toda la documentación de Erasmus. Qué mal trago pasó el pobre, solito en otro tren hasta Atocha, arrepintiéndose de haberse metido en este jardín con lo tranquilo que estaba él en su pueblo. Con el reencuentro en Atocha se le quitaron todos los males. Y qué contento se le ve cuando llega hablando de las risas que se echa con Samir, qué cosmopolita paseando por Sainte Catherine, qué arte fregando, qué ocurrente, qué colaborador...qué buen fichaje. 

En Pradochano seguro que le echan de menos, pero ya queda menos para que, como el turrón, vuelva a casa por Navidad. Cuéntanos, Diego, cómo te va por Bdx...

Bonjour, ça va?

Bueno os voy a contar un poquito lo que está siendo mi experiencia por aquí, la verdad es que aún no me creo que esté aquí, todavía me acuerdo de aquel momento en el que Luis nos dice que podíamos hacer prácticas de Erasmus en Burdeos,  no lo tenía muy claro pero al final dije que sí y Luis confíó en mí para está experiencia que por el momento está siendo genial.

Llegó el día de venir, en el aeropuerto mis compañeros y yo no teníamos ni idea de donde se cogía el avión y Luis como es tan buena gente, nos dice lo típico ( apañaros ), y bueno tuvimos que dar mil vueltas con el maleton a cuestas. Llegamos a Burdeos, soltamos las cosas en casa y a aprender a manejarnos con el tranvía y los buses visitando la ciudad.

El trabajo aquí es muy diferente a España, Se trabaja de otra manera y los horarios no son los mismos. Me levanto a las 6 de la mañana y me voy a la Gardette, una parada de tranvía donde me recoge mi compa para ir a la obra que nos toque, aunque madrugo mucho a veces a las 4 ya estoy en casa así que se compensa unos días con otros.  Estoy muy contento con la gente de la empresa  y mi compañero Samir que nos echamos un montón de risas en el trabajo.

Pero no todo es trabajar, también tenemos nuestros ratos de ocio los findes, como ir a los bolos, los karts en los que me lleve por delante a mí compañero David y ni sabía que había sido a él hasta que me lo dijo después, también tomar algo por los bares de por aquí y la cerveza francesa hay que decir que está muy buena. 

Nos pasan muchas cosas, pero lo que más recuerdo es el día que fuimos al centro comercial  Meriadeck. No sabemos cómo, llegamos a los almacenes, se nos quedaron mirando raro los trabajadores como diciendo "quienes son estos" y no sabíamos ni como salir. Ese era nuestro estado natural los primeros días: perdidos, casi siempre perdidos, pero nos reímos mucho.

Y bueno poco más, quiero dar las gracias a mí familia por haberme ayudado a llegar hasta aquí, también a mi novia, a pichón 😉 y sobretodo a mí profesor Luis por confiar en mí en este proyecto que cumple 10 años del programa Erasmús, también gracias a todos los que estáis leyendo esto por perder un poco de vuestro tiempo, decir que me va genial por aquí y que nos veremos pronto!

Au révoir à tous !!!