Bordeaux (I)

Sube a la limusina frente al Grand Théâtre que  hoy te llevo a ver la ciudad. Pero vamos, que así por encima, porque si quieres referencias turísticas y culturales más serias más vale que te busques otro medio. Burdeos no cabe en un solo post, a uno se le hace imposible escoger foto. Quizá lo entiendas mejor si te digo que  es, tras París, la ciudad más visitada de Francia. Ya con eso te haces una idea de lo bonita que es la ciudad...para que te arrepientas de no venir a visitarnos.

 Como no puedo tenerte engañado te confesaré que la limusina no es nuestra. Que para todos los desplazamientos nos apañamos con tranvía o bus... o barco. Nada fácil lo del barco. Unos días haces cola para que al final se averíe. Otros lo pillas a destiempo. Y a la tercera, lo consigues: te cruzan el Garona y fin de trayecto.

 Pero nosotros que no, que no hemos perdido tanto tiempo solo para esto. Así que ideas una estrategia supersofisticada para seguir a bordo  y el tripulante francés te escucha y te suelta en perfecto español que "qué va, qué va, tos pa fuera". Así que volvemos a tierra, a nuestro Tram y a nuestro bus. Y a hacer quiebros en Le Miroir d´Eau, en plena Place de la Bourse, como si hubiesen soltado una vaquilla.

Y, tras los lances taurinos, quiso Dios hacer coincidir en tiempo y espacio la celebración del  Sacramento de Confirmación con nuestra visita a la Catedral de St André. Y quise yo meter a los muchachos hasta el fondo de la catedral sorteando feligreses que, con diferentes curas repartidos por el templo,  tomaban la Comunión, lo que nos indica, que  me acuerdo yo de cuando chico, que la misa está a punto de acabar.

Y quiso el Obispo mandar que al terminar la ceremonia fueran todos los confirmados justo donde estábamos nosotros para hacerse una foto final. Y quiso Vicente ponerse hoy un suéter a rayas. "Que no Luis, que yo ahí no me pongo". "Que sí tontos, meteos al mogollón, que vais a posar a perpetuidad en muchas casas francesas".

Perdonenme si a veces soy peor que ellos. Perdonenme esas familias francesas que se preguntarán durante años quiénes serían aquéllos de tan inapropiada indumentaria -uno en chándal y el otro con suéter de rayas-....No lo pude evitar: mi imaginación visualizó la foto antes de echarla, "la llamaré Buscando a Wally" -pensé-...¿lo encuentras?.

Si te pilla un Sacramento así tan de repente tendrás que asumir que no tienes nada preparado para los nuevos Confirmados (o reconfirmados en algún caso), así que, a falta de coquillos y perrunillas, te lo llevas a un tiovivo porque un día tan espiritualmente relevante hay que celebrarlo.

No olvidarán esta tarde. Alguno por las risas, otros por la vergüenza que, entre unas cosas y otras, les he hecho pasar.