Journée dans le Lycée Beau de Rochas

Mañana no vais a  trabajar a las empresas sino al Lycée Beau de Rochas. "Bieeeeeen, no tenemos que madrugar !"... Incautos.

A las 7 y media de la mañana encuentras el tranvía tan lleno que te sería imposible mover los pies si alguien reclamase una conga. Como a nadie se le ocurre tan genial idea, centras tus esfuerzos en respirar entre el mogollón. Ya estamos en Place Ravezies camino del Insti. El Beau de Rochas oferta estudios de automoción en todas sus variantes, así que no te sorprendas si al entrar en su taller los niños exclaman "maaadre, cuántos camiones...y nuevecitos !", y no paran hasta que no se encaraman en uno para que un estudiante francés les enseñe la cabina y les diga que no, que conducirlo no pueden. Pero empecemos por el principio.


 Son las 8:15 toca el timbre, toca a clase. Dani a los vestuarios, que viene con su mono dispuesto a aprender mecánica en francés.Y, de repente, caes en la cuenta de que los otros son  electricistas...lo mejor va a ser hacerse el loco y disimular. Sí venga, poneros un mono de taller y...alehop, ya están mimetizados con el entorno. Tanto, que tú no los distinguirías de los mecánicos de verdad. Y Pascal tampoco. Así que les asigna un grupo para trabajar en equipo. Y es así, querido lector, como Alfonso, Luis y Vicente mutan a mecánicos.

Deja a los chavales trabajando que tú tienes que preparar la videoconferencia de Lycée a Insti. Hola, No te oigo, ¿Me escuchas?, quita el dedo de la cámara, ¿me ves?, hola, hola, ¿Estás ahí?...Tras hora y media de conversación de besugos con tus compas españoles la operación termina con estrepitoso fracaso (nada que ver con el post precedente). Así que te tienes que consolar con el wathsapp para echarnos las culpas mutuamente y llamarnos de todo, eso sí: desde el cariño. La verdad es que aquí mucho camión y mucha moto sí hay, pero ni rastro de wifi (no en todas las comparaciones salimos perdiendo).

Hora de comer. Los alumnos franceses proponen comer con nuestros muchachos, pero la representación institucional exige ciertos sacrificios: como viene siendo habitual, nos han preparado un cóctel de bienvenida. Aquí, pa que lo sepas, somos misión diplomática,  y mucho más esta vez, que compartimos audiencia con dos profes senegaleses que acaban de llegar con un programa formativo. Pero...miras y miras y te falta uno. Un senegalés, digo. Y ya te explican que al otro lo han retenido en el aeropuerto por no sé qué cosas de papeles. Hecho que te sirve para explicar a los niños las bondades, no siempre entendidas, de pertenecer a la Unión Europea y de atravesar fronteras como Pedro por su casa.

Tan solito ve Vicente al senegalés que va y le ofrece el jamón-de-quedar-bien , y el tío va y se lo rechaza. Ante su cara de decepción te acercas y le dices, para su consuelo, que eso de ofrecer jamón a un musulmán, querido Vicente, no es tan educado como tú te piensas. Anda, tira pa la cantina del insti que entre estudiantas te noto más suelto.



3 comentarios:

  1. vicente desde Bdx17 de mayo de 2013, 14:44

    bueno pues fui a quedar bien y metí la pata hasta dentro, el senegalés me pregunta: "c´est de porc?" y yo pensé " pos de que va a ser!!!" ...... bueno y yo que iba a saber que era musulman...jejeje

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  2. Os veo muy bien entre tanto francés. Gracias por mantenernos informados, Luis, porque "como algunos son de pocas palabras", si no fuera por este bloc, no nos enteraríamos de la mitad.
    Madre de alumno.

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    1. Yo sigo informando, y por lo de tu hijo no te preocupes, si es de pocas palabras es porque se le está olvidando el español, pero en cuatro días en el pueblo se le pasa.

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