Prestigiosos estudios científicos avalan que todas las madres del mundo piensan que cuando el niño está en el extranjero no come y es acechado por el fantasma de la desnutrición. La foto de la izquierda muestra un plato en el restaurante en el que quedo con los peques de automoción para comer a diario (5.5€), bien es verdad que alguno se atiborra de patatas fritas y no coge nada que tenga tonalidad verde.
Bien es verdad que en estos primeros días salimos todas las tardes y la cena nos suele pillar fuera, así que la chavalería manda y te dejas arrastrar a un restaurante que mola mucho y que te ponen pollo frito en un barreño gigante y que la bebida es gratis, y que no sabes si estás comiendo pollo o paloma porque la carne está recubierta con una costra refrita y aceitosa que no te deja ver qué comes, y que lo que sea que se esconda debajo de la costra debe estar a punto de caducar y lo intentan disimular con picante, y que qué bueno está eh Luis... y no chicos, esto está asqueroso y a mí no me volveis a meter aquí. Así que anoche volvimos a casa para cenar (por cierto, vivimos todos juntos en un apartamento, soy un valiente, lo sé), pero como ya son las 10:30 y está todo cerrado no encontramos pan, y dos optan por entrar en la pizzeria que tenemos debajo, otro opta por llamar por tfno, yo opto por entrar en el super, el más chiquitín opta por subir al piso y calentar pan en el microondas. El más chiquitín se mete en el servicio mientras calienta el pan.
Cuando llegamos a casa una nube de humo lo envuelve todo, y el muchachín asomado a la ventana para no axfisiarse (si pincháis en la foto quizá lo intuyáis), y a mi me dan ganas de usar la autorización explícita que los padres me otorgaron: "si se portan mal te quitas la zapatilla"... ya tengo medio pie fuera. Para no terminar con esta imagen ahumada de nuestro día os dejo una foto del paseín de esta tarde con los chicos relajados, con caras de no haber roto nunca un plato... ni abrasado un microondas.
Hola Luis, ¡¡ qué aventura ¡¡ Lo que es seguro que estos chicos no olvidarán jamás esta experiencia...Suerte
ResponderEliminarHola chicos¡Pá que veais q todavía visito el blog.Me he reido mucho con las historias¡¡Luis eres un comentarista de primera jaja.Bueno ya os vemos a la vuelta.Saludos.
ResponderEliminarHola a todos¡¡
ResponderEliminarLuis, ya veo que controlastéis bien la situación,ja,ja,ja...¡¡¡menos mal!!!!al final no se recurrió a los bomberos,ni a las zapatillas,"esos chicarrones", que se fueron contigo con mucha ilusión,siguen "ahí al pie del cañon". no te van a desfraudar,ya que tú les distes la fuerza y la ilusión para realizar esta aventura,que sin tú ayuda seguramente no sé habría llevado a la práctica. para que te sientas orgulloso de ellos esperemos que te dejen más alto de lo que puedas imaginar, Luis me gustaría resaltar en este ¡¡¡blog!!!. la calidad humana que tienes.... es de un valor incalculable.
Gracias a tus cálidas palabras y tú manera de interpretar todas las aventuras y desventuras que os suceden ,nos haces sentirnos más cercanos y dibujas en nuestra cara una sonrisa.
Bueno!!!! es fin de semana.
Orserbaciones:¡¡¡ cuadadín!!! con las titis.... ¡¡¡¡¡cuidadín!!! con las copinas.....
¡¡¡cuidadín!!! con lo que metemos en el microondas.
Besos a todos y yo ¿pregunto?,¡¡¡ no hay en esa ciudad teléfonos!!!.ó es que al mio no le llegan las llamadas?
Bueno, pues como siempre agradeceros vuestras palabras y buf, Mari Carmen, no sé que decir a todo eso... bueno sí, le diré a tu hijo que te llame. Sí, si hay teléfono aquí.
ResponderEliminarholaaa a todos!! madre mia esto es mejor que el feisbuss! menua viciá to los dias! espero tener mas noticias y seguir leyendo estas historias! enhorabuena por la oportunidad!
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