París (II)

Hoy te levantas en la suite de nuestro hotel en Montmatre. Recréense con la minimalista, armoniosa y elegante decoración de la habitación-patera (ésta sin palomar), la exquisita sobriedad de sus muros, el delicado hilado de las colchas de finísima seda... en fin, salgamos cuanto antes de aquí.


Lo mejor es que estás a un paso del Sacré Coeur así que espabila que se nos va el funicular que sube hasta el templo. Alguno acaba de encontrar dónde celebrará su boda y yo le he prometido hacer un post en este mismo blog con el evento, les mantendremos informados.

Antes de bajar la colina, date una vuelta por la Place du Tertre para ver el barrio más bohemio de París. Entre tiendas de souvenirs los niños no paran, que si quiero eso y que si quiero lo otro...casi mejor les dejas media horita mientras tú esperas tomando algo aquí mismo. Tu café con leche viene con un camarero sonriente y con un tickets de 12´5 € . Te aseguro que si este insulto al sentido común me pasa en viaje privado me evaporo en plan justiciero universal, pero como vengo de profe ejemplarizante le doy una oportunidad más para que entre en razón o se atenga a las consecuencias. "Excusez-moi, je me suis trompé", claro, se había equivocado. Te pide muchas veces disculpas,"solo" cuesta 5,5. Propina no esperes, salao.

"Ya no me quiero casar en el Sacré Coeur, esto mola más", dice el novio previsor. "Esto" es la Catedral de Nôtre Dame...o la casa de aquel Jorobado, como mejor te ubiques.

Para tí han sido solo un par de frases, pero entre colas y bocatas de chorizo (sin café) menos de dos horas no le echas, así que zumbando al Hotel de Ville que decir Ayuntamiento queda menos fino.

Todo turista que se precie ha de cumplir algunas tradiciones ancestrales. Por ejemplo, agua que ves (fuente, estanque, pozos...) moneda que lanzas. Éstos ya están metiendo la mano.  Chasco, todo lo que sacan son céntimos ponzoñosos, así que pallá que van otra  vez con deseo incluido (investigadores de todo el mundo intentan dilucidar si el deseo se cumple cuando la moneda que tiras es la que previamente cogiste del fondo). Por cierto, estamos en el Musée du Louvre.

No descuides el reloj que aún no te has encaramanado al andamio gigante. La Tour Eiffel te espera en toda su majestuosidad, con todos sus hierros, con sus 650 escalones (hasta el segundo piso), sus 280 metros hasta el último, y sus interminables colas...yo, este año, como que paso. Así que me tiro en el césped y hacedme una foto desde arriba que yo os la hago mientras bajáis. Sí, ya sé que no se nos ve... colabora con un poco de imaginación y deja de poner pegas.

Estamos en casita, son las 00:30h. "Luis, poooorfa, di a las empresas que mañana no vamos a trabajar, poooorfa, pooorfa".

Ni fuerzas para subir al palomar, posturitas en el sofá para dar penita...no cuela chicos. A las 6:30AM suenan, implacables, los despertadores.